• Recuerdos del futuro: abril 2022

    lunes, abril 04, 2022

     

    La gran Belleza

    Un turista japonés se desvanece tras contemplar una vista panorámica de Roma, víctima del mal de Stendhal, sin duda.

    Porque si sobrevives a la Belleza, no te queda otra cosa en la vida que buscarla, describirla, vivirla, amarla.

    Si pretendes como artista, sensible a la Belleza, eludir esa tarea, la sombra de su recuerdo te persigue constantemente, como un latido que percibes como ajeno al tuyo. Cierras lo ojos y no sabes de donde viene, quizá de la misma ciudad donde habitas, en cada rincón, quizá de un recuerdo perdido en el tiempo que la libertad hizo olvidarlo, pero que vuelve a tu memoria, sin poder evitarlo.

    Jep Gambardella es el rey de Roma. Un rey por derecho propio, con su humor, su carácter abierto, su hambre de experiencia, y sobre todo su amor por la belleza, que busca y no encuentra. Quizá porque ya la tuvo, y la perdió, o le rechazó de un modo incomprensible. Quizá porque ha sido amado toda su vida sin darse cuenta de ello. Porque es sensible a la belleza, la belleza se le escapa.

    Fiestas completamente desbordadas, llenas de buenos amigos previsibles y rutinarios, y paseos, largos paseos de madrugada de vuelta a casa, al hogar que contiene un mar infinito en los limites de la habitación.

    Y duerme, y ama y comparte ese amor por la belleza, pero sin poder definirla. Escritor en decadencia pero siempre valorado. Curioso niño viejo que se deja atrapar por los detalles que a otros se escapan.

    En su búsqueda no acabada, en su sed no saciada, al final, llega alguien que le enseña que la Belleza, no se escapa, no se puede atrapar, solo se puede sentirla, y que muchos son inmunes a ella, pero si llevas toda la vida escapando de ella, te encuentra.

    La Santa duerme en tu suelo, tranquilamente, compartiendo su experiencia.

    Y ya no puedes poner más escusas, para compartir y vivir esa experiencia.

    La verdad se revela....

    Personajes que tienen cada uno una historia.

    Romano, el amigo que también elude su tarea, llega al instante logrado pero al sentirse rechazado por una sola belleza pequeña, se rinde y va en busca de algo mejor.

    La amiga orgullosa de su vida prácticamente perfecta pero que es consciente de que todo es una máscara que oculta a una niña herida.

    El joven sensible pero que no es capaz de ver la belleza que le rodea y eso le lleva a la autodestrucción.

    La mujer que siendo capaz de reconocer la belleza, cree no merecerla. No estaba hecha para las cosas bonitas, sino para algo mejor.

    La artista banal que en su arte irracional esconde su incapacidad para reconocer la belleza sin poder siquiera definir que es la vibración que dice, la mueve.

    La niña artista, llena de pasión y belleza, obligada, forzada a mostrar su rabia por no dejarla ser niña en un cuadro a la vista de espectadores vacíos.

    El fantasma del primer amor...

    Y Roma, como un personaje más por derecho propio. Bella y olvidada, por haber olvidado sus raíces, cuando "las raíces son lo más importante".



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