• Recuerdos del futuro: noviembre 2007

    lunes, noviembre 26, 2007

     

    Primera sesión, último pase

    Este fin de semana tuvimos sesión doble de cine como hacía tiempo.

    Primero fuimos a comer a un espectacular restaurante bautizado como JapoChino, ya que en su variada carta puedes encontrar suculentos platos del Oriente, y además, como se acerca el fin de año y somos clientas habituales, nos han regalado un fascinante calendario del 2008 con unos buditas cabezones, rematado por un cordoncillo de seda roja. Encantador. Radiante. Cegador, en una palabra.

    Después nos fuimos al cine. Curiosamente es un hecho que aunque la gente se baja películas de internet, y hay futbol los domingos, los puñeteros cines siempre tienen cola estos dias, lo que me lleva a pensar que sí, puede ser que la demanda cinematográfica descienda pero que en algunos casos la queja es solo una pose adquirida. A 6,50 por barba, y más de 30 personas en la sala de un multicine en la primera sesión, pues podeis hacer el cálculo: y la sesión siguiente todavía estaba más abarrotada.

    La adaptación de novelas gráficas a la gran pantalla está en boga. Vimos Persépolis. La historia trata de modo autobiográfico la evolución de la protagonista y de la historia de su país, Irán, a través de su propia historia y la de su familia. Tiene momentos de tristes y también momentos divertidos. Momento cumbre cuando suena "The Eye of the Tiger" de Survivor. En resumen: entretenida y original.

    Después tocó elegir película a mi hermana, así que tras ver ganar al Atleti en un bar, fuimos a nuestros cines favoritos a sacar las entradas. Como sacamos para la última sesión para hacer tiempo nos fuimos al Parnasillo a tomar unos Kaipiroskas, leyendo la Constitución ilustrada por Forges. Allí vimos a un actor famoso: es lo que tiene estar en Madrid, que nos conocemos todos.

    La peli en cuestión se llamaba REC. Y debo decir que era la sesión friki, por los que estabamos allí.

    Recetario para películas de terror actual: se elije el estilo técnico-narrativo de la bruja de blair (es decir, cámara equipada con visión de infrarrojos al hombro con planos parkinsonianos), se opta por un guión desechado de resident evil, se localiza en las ramblas, y se deja a los personajes a su bola. Ya está, ya tenemos una peli.

    La sala, a reventar: lo menos 70 personas. A 6,50 la entrada, calculad.

    El cine definitivamente está en crisis. Pero no económica, precisamente.

     

    Solubilidad

    He descubierto mi propia solubilidad.

    Como algunos sólidos yo soy también soluble. Me he disuelto y me he precipitado en el matraz de los días y días y la culpa de todo la tiene mi desordenada rutina.

    Cuántas cosas que contar y qué pocas veces escribo.

    Guardar silencio cuando se debería gritar también es pecado ¿verdad?

    Los pensamientos se han disuelto y ya no encuentro la chispa de los dias en las palabras.

    Pero continuo escribiendo sin pensarmelo mucho, sin mirar apenas, siempre soñando, con la cabezota en las nubes.

    Pues bien, asi estoy, disuelta en el curro, en los días, en el cambio de hora que aún no he asumido. La tarde cae y yo ya quiero marcharme a casa y no estar aqui sentada pensando en mis cosas.

    Pero a fin de cuentas, como en la mayoría de las situaciones, busco la rendija por donde escaparme. El resquicio por el que poder filtrarme.

    Es la suerte de un sólido disuelto que adquiere la apariencia del líquido que lo contiene.

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