lunes, marzo 28, 2005
Roboteando
Pues si, prácticamente no he hecho otra cosa esta semana santa. Mirar los log de los sistemas, para ver si estaba todo fetén, y vigilar al robot, que estaba haciendo de las suyas.
Trabajar con robots, con ordenadores, programas y cosas parecidas es de lo más excitante de este mundo, porque siempre puede llegar una sorpresa de última hora que te haga salir corriendo a ver que coñio le pasa a la máquina en cuestión.
Mirar un log de un sistema es como ver llover... Os acordais de Matrix y el malísimo de Cifra mirando el código de Matrix, a ver que pasaba? Pues yo igual, cuando pasa algo raro después de mirar, y mirar líneas de código, ya no ves letras, ves que esto esta bien, lo otro regular y, como este fin de semana, que al robot le ha dado por jugar al frisby con las cintas de datos.
Domingo, 10 de la mañana, tras el cambio de hora. Ni que decir tienen que como quien dice, me acababa de acostar. Me llaman que el robot está parado. Bien bien, a ver que le pasa. Tras hacer un chequeo de los sistemas en remoto, detecto el siguiente fallo: paradito.
Cogete un taxi y llega pronto al cliente. Abrimos las puertas del robot y el pobre bicho tiene una cinta en una pinza y tres o cuatro tiradas por el suelo. Una de ellas atropellada varias veces, vamos, en un estado lamentable. 14 gb perdidos, estupendo.
Chequeo las cosas y parece que todo está bien, y dejo al jefe de turno instrucciones por si vuelve a pasar algo parecido; vamos, que si el robot vuelve a lanzar más cintas, que me llamen.
Vuelvo a casa con la sensación que da el deber cumplido. Jeje, ilusaaa.
Hora GMT 19:27. Monitorizando de nuevo el log, detecto que el robot se ha vuelto a parar, y hago apuestas a ver a que hora me avisan.
22h GMT:
- Ring ring: Hola, que el robot se ha vuelto a parar
- No me digas, pues dime como se ha quedado
- Pues parado en mitad del armario
- Y ha tirado alguna cinta?
- No, parece que no.
- Bien, pues voy a ver que le pasa
- Pero no tiene ninguna luz encendida
- Mmm entonces poco voy a poder hacer, mañana llamo al técnico
- Vale
Ni que decir tiene que esta noche he dormido a saltos. Y ahora mismo, desde las 14, llevan reparando el robot.
Lo bueno de trabajar con máquinas es que nadie se da cuenta de cuánta gente real hay tras de ellas. Por ejemplo, pensar en estos blog. Para que nos den servicio, seguro que en algún lugar del mundo hay alguien que aunque solo sea una vez al día mira un log para saber si todo va bien o hay que hacer algo para corregirlo.
En cierto modo es como el trabajo de los duendecillos; ¿recordais el cuento aquel que un zapatero dejaba las cosas por hacer y al día siguiente los duendecillos le habían acabado la tarea que dejó pendiente? Pues algo asi.
Mis saludos a los duendecillos donde quiera que estén.
Trabajar con robots, con ordenadores, programas y cosas parecidas es de lo más excitante de este mundo, porque siempre puede llegar una sorpresa de última hora que te haga salir corriendo a ver que coñio le pasa a la máquina en cuestión.
Mirar un log de un sistema es como ver llover... Os acordais de Matrix y el malísimo de Cifra mirando el código de Matrix, a ver que pasaba? Pues yo igual, cuando pasa algo raro después de mirar, y mirar líneas de código, ya no ves letras, ves que esto esta bien, lo otro regular y, como este fin de semana, que al robot le ha dado por jugar al frisby con las cintas de datos.
Domingo, 10 de la mañana, tras el cambio de hora. Ni que decir tienen que como quien dice, me acababa de acostar. Me llaman que el robot está parado. Bien bien, a ver que le pasa. Tras hacer un chequeo de los sistemas en remoto, detecto el siguiente fallo: paradito.
Cogete un taxi y llega pronto al cliente. Abrimos las puertas del robot y el pobre bicho tiene una cinta en una pinza y tres o cuatro tiradas por el suelo. Una de ellas atropellada varias veces, vamos, en un estado lamentable. 14 gb perdidos, estupendo.
Chequeo las cosas y parece que todo está bien, y dejo al jefe de turno instrucciones por si vuelve a pasar algo parecido; vamos, que si el robot vuelve a lanzar más cintas, que me llamen.
Vuelvo a casa con la sensación que da el deber cumplido. Jeje, ilusaaa.
Hora GMT 19:27. Monitorizando de nuevo el log, detecto que el robot se ha vuelto a parar, y hago apuestas a ver a que hora me avisan.
22h GMT:
- Ring ring: Hola, que el robot se ha vuelto a parar
- No me digas, pues dime como se ha quedado
- Pues parado en mitad del armario
- Y ha tirado alguna cinta?
- No, parece que no.
- Bien, pues voy a ver que le pasa
- Pero no tiene ninguna luz encendida
- Mmm entonces poco voy a poder hacer, mañana llamo al técnico
- Vale
Ni que decir tiene que esta noche he dormido a saltos. Y ahora mismo, desde las 14, llevan reparando el robot.
Lo bueno de trabajar con máquinas es que nadie se da cuenta de cuánta gente real hay tras de ellas. Por ejemplo, pensar en estos blog. Para que nos den servicio, seguro que en algún lugar del mundo hay alguien que aunque solo sea una vez al día mira un log para saber si todo va bien o hay que hacer algo para corregirlo.
En cierto modo es como el trabajo de los duendecillos; ¿recordais el cuento aquel que un zapatero dejaba las cosas por hacer y al día siguiente los duendecillos le habían acabado la tarea que dejó pendiente? Pues algo asi.
Mis saludos a los duendecillos donde quiera que estén.
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editado por #MO* @ 5:49 p. m.
