Recuerdos del futuro

El otro día soñé contigo y sentí que mi sola voz te agobiaba, y me desperté gritando que no, que no soy asi, que no queria eso ni para ti ni para mi.

Mi más hermosa y prohibida bendición se ha convertido en mi pequeña maldición.

Me persigues desde mis sueños, desde mis recuerdos que tengo más callados, desde los ojos de mis amigos, desde las fotos de mis ídolos.

Y me repito una y otra vez: ya no eres mi amigo? no has sido nunca mi ídolo.

Te mando mil tormentas, mil dias de lluvia. Esos son los besos que aún te debo
hasta el fin de mis días.

Cometí, cometimos un error, si, un pecado enorme, un gran cataclismo cósmico del que solo unos pocos pudieron percatarse.

¿ Y qué más da ahora ? Tu vives tu vida, tienes tu terapeuta, tus multiples "tus" que te hacen ser tu mismo.

Y yo, no necesito tus "tus". No, si no quieres compartirlos ya conmigo.

Mi pecado fue grande, lo se. Mi castigo, justo.

Mi condena es seguir mirando desde dentro de ti, habitando en mi, y encontrar tus ojos en mil miradas a primera vista, para darme cuenta con el tiempo que tú ya no estás a mi lado.

Todo lo que se pierde ya no importa, todo lo que se rechaza es perdonado. Y lo perdido y rechazado, termina siendo olvidado.

Espero que te hayas perdonado, amigo mio.

Espero que vuelvas a ser la bendición que cruzó mi camino, no porque estés a mi lado, o presente en mi vida, sino que al menos pueda pensar en ti y ese pensamiento me de paz.

No quiero que seas una maldición ni un fantasma.

Yo no tuve la culpa, y si hubo culpa, la he purgado.

Yo no tengo la culpa...