miércoles, junio 21, 2006
Una bonita canción para animar el calor
Juzgando por los síntomas
que tiene el animal,
bien puede estar hidrófobo,
o puede no lo estar,
y afirma el gran Hipócrates
que el perro en caso tal
suele ladrar muchísimo
o suele no ladrar.
Con la lengua fuera,
torva la mirada,
húmedo el hocico,
débiles las patas,
muy caído el rabo,
las orejas gachas ...
Todos estos signos
pruebas son de rabia;
pero al mismo tiempo
bien puede probar
que el perro está cansado
de tanto andar.
Doctores sapientísimos
que yo he estudiado bien
son, en sus obras clínicas,
de nuestro parecer.
"Fermentus virum rabicum
que incorpurus canis est,
mortalis sont per accidens,
mortalis sont per se".
Para hacer la prueba
que es más necesaria,
agua le pusimos
en una jofaina
y él se fue gruñendo
sin probar el agua.
Todos estos signos
pruebas son de rabia,
pero al mismo tiempo
signos son, tal vez,
de que el animalito
no tiene sed.
Y de esta opinión nadie
nos sacará.
¡El perro está rabioso!
¡O no lo está!
(de la zarzuela "El rey que rabió")
que tiene el animal,
bien puede estar hidrófobo,
o puede no lo estar,
y afirma el gran Hipócrates
que el perro en caso tal
suele ladrar muchísimo
o suele no ladrar.
Con la lengua fuera,
torva la mirada,
húmedo el hocico,
débiles las patas,
muy caído el rabo,
las orejas gachas ...
Todos estos signos
pruebas son de rabia;
pero al mismo tiempo
bien puede probar
que el perro está cansado
de tanto andar.
Doctores sapientísimos
que yo he estudiado bien
son, en sus obras clínicas,
de nuestro parecer.
"Fermentus virum rabicum
que incorpurus canis est,
mortalis sont per accidens,
mortalis sont per se".
Para hacer la prueba
que es más necesaria,
agua le pusimos
en una jofaina
y él se fue gruñendo
sin probar el agua.
Todos estos signos
pruebas son de rabia,
pero al mismo tiempo
signos son, tal vez,
de que el animalito
no tiene sed.
Y de esta opinión nadie
nos sacará.
¡El perro está rabioso!
¡O no lo está!
(de la zarzuela "El rey que rabió")